El desabastecimiento de medicamentos en las farmacias de España puede tener varias causas, y estas son algunas de ellas:
- Problemas de producción: puede haber una escasez de medicamentos debido a problemas de producción, que pueden ser causados por diversos factores, como problemas de suministro de materias primas, dificultades en la fabricación del medicamento y problemas en el envasado y transporte, entre
- Distribución desigual: en algunas regiones o localidades puede haber una mayor demanda de ciertos medicamentos que en otras, lo que puede hacer que los suministros de esas áreas se agoten rápidamente.
- Cambios regulatorios: los cambios en las regulaciones gubernamentales y la implementación de nuevas políticas puede afectar a la disponibilidad de ciertos medicamentos, ya sea porque se han restringido o porque se han eliminado del
- Aumento de la demanda: una mayor demanda de medicamentos puede provocar escasez en las farmacias, especialmente si la producción no puede satisfacer la creciente
Es importante tener en cuenta que el desabastecimiento de medicamentos no es un problema exclusivo de España, ya que también se presenta en otros países del mundo. Además, la situación puede variar según el tipo de medicamento y la región del país.
Lo sucedido este pasado invierno con la amoxicilina pediátrica en Madrid se debió a varios factores. Por una parte, se produjo un pico fuerte en la demanda de este antibiótico debido a infecciones respiratorias en edades comprendidas de 0 a 7 años. Las administraciones sanitarias competentes no previeron este problema y no se avisó con tiempo a los laboratorios fabricantes para que aumentaran el número de fabricación de este antibiótico en concreto.
Es cierto que existen otros antibióticos para el tratamiento de las afecciones respiratorias pediátricas pero su seguridad, amplio espectro, dosificación, forma farmacéutica, etc. hacen que la amoxicilina sea el más idóneo.
Por otro lado, las oficinas de farmacia con laboratorio de formulación magistral podrían haber elaborado, bajo la prescripción de los facultativos competentes, la presentación de este antibiótico con la forma farmacéutica y dosis apropiadas a la edad de cada paciente por el simple hecho de tener materia prima a su disposición para la elaboración y no tener que esperar a la cadena de fabricación industrial del medicamento, que es más compleja y que necesita más tiempo.
Otro factor a tener en cuenta es el precio de la molécula de amoxicilina, demasiado alto para que lo pueda asumir una oficina de farmacia. El colegio oficial de farmacéuticos de cada Comunidad Autónoma debería de haber contactado con las oficinas de farmacia que tuvieran laboratorio de formulación magistral y comprar entre todos la cantidad de materia prima, en este caso la molécula de amoxicilina, y así hubiera estado a disposición de la población infantil el antibiótico apropiado para las afecciones respiratorias sufridas en los meses de invierno en España. El desabastecimiento afectó también a los hospitales: niños ingresados con bronquiolitis, neumonías, etc. no tuvieron el antibiótico que necesitaban cuando lo necesitaban.
Es necesaria una comunicación entre los distintos equipos interdisciplinares en el tema de salud pública. Si los farmacéuticos elaboradores de fórmulas magistrales hubieran trabajado en colaboración con los pediatras de sus zonas de salud, nuestros hijos hubieran tenido una prestación farmacéutica básica sin las consecuencias de colapso en hospitalizaciones.
Falta coordinación de los colegios de médicos y de farmacéuticos entre ellos y con los centros de salud, las oficinas de farmacia y las autoridades sanitarias.
En una sociedad en la que la tecnología avanza a pasos agigantados, que no existan plataformas, apps, etc. que faciliten la comunicación en tiempo real para coordinar y solucionar problemas básicos de salud me lleva a reflexionar si para los profesionales de la salud, el paciente y su salud es lo primero. Desde la formación de dichos profesionales (con profesiones que, a priori, son vocacionales), se tendría que recalcar la necesidad de poner en el centro de sus labores profesionales a la persona y no los intereses económicos.
Paloma García Arias
Farmacéutica
Docente del ciclo de Farmacia y Parafarmacia en EFA Valdemilanos